No sé como empezar, cómo iniciar una lucha con certeza de la derrota.
Es triste la batalla perdida de antemano.
O ganada.
Porque la duda lleva implícito el acicate de la aventura,
y si moverse a tientas puede producir angustia,
siempre es mas vital eso que dar paso en una huella prefijada.
Pero no.
No me estoy moviendo a tientas,
o quizás, si,
en una habitación oscura donde sé en que parte precisamente está el interruptor
pero no quiero encenderlo
Porque jamás podremos utiliar un dialecto inventado
porque jamás podremos hablar con el sol
Por ahora solo me queda decirte que te quiero, solo para llevar la contraria.
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