En el momento en que decidí salir de aquel andén por sentirme asfixiada
y buscar una manera alternativa de irme a un lugar que no era mi casa,
en el momento en que decidí tomar el ascensor y no ir por las escaleras,
en el momento en que salí de aquel lugar tan concurrido,
en el momento en que te encontré leyendo un libro de Cortázar
mientras mirabas distraídamente hacia la calle por si la micro pasaba,
en el momento en que nuestras miradas se encontraron,
se percataron de la existencia y presencia de la una y de la otra,
en el momento en que odo comenzó a transcurrir despacio,
como en cámara lenta,
como si el tiempo quisiera que atesorara cada vez que pestañabas
o movías el pelo por nerviosismo
(como en las películas que tanto te gustan),
en el momento en que te reíste y recordé una vez mas el sonido de tu carcajada,
en el momento en que hablamos por mas de dos horas seguidas
y aún más en aquel preciso momento
en que me preguntaste con curiosidad y temor
"supongo que durante el transcurso de este tiempo
encontraste a alguien mas que te quisiera... o no?"
y me miraste con tristeza, intuyendo la respuesta,
en aquel preciso momento en que te respondí
"sí, pero no te preocupes, decidió salir corriendo en dirección opuesta"...
fue cuando lo comprendí todo:
debía tomar los hechos con ambas manos
y ver el fin en ellos, antes de volver a comenzar.
Gracias, Valeria.
y buscar una manera alternativa de irme a un lugar que no era mi casa,
en el momento en que decidí tomar el ascensor y no ir por las escaleras,
en el momento en que salí de aquel lugar tan concurrido,
en el momento en que te encontré leyendo un libro de Cortázar
mientras mirabas distraídamente hacia la calle por si la micro pasaba,
en el momento en que nuestras miradas se encontraron,
se percataron de la existencia y presencia de la una y de la otra,
en el momento en que odo comenzó a transcurrir despacio,
como en cámara lenta,
como si el tiempo quisiera que atesorara cada vez que pestañabas
o movías el pelo por nerviosismo
(como en las películas que tanto te gustan),
en el momento en que te reíste y recordé una vez mas el sonido de tu carcajada,
en el momento en que hablamos por mas de dos horas seguidas
y aún más en aquel preciso momento
en que me preguntaste con curiosidad y temor
"supongo que durante el transcurso de este tiempo
encontraste a alguien mas que te quisiera... o no?"
y me miraste con tristeza, intuyendo la respuesta,
en aquel preciso momento en que te respondí
"sí, pero no te preocupes, decidió salir corriendo en dirección opuesta"...
fue cuando lo comprendí todo:
debía tomar los hechos con ambas manos
y ver el fin en ellos, antes de volver a comenzar.
Gracias, Valeria.
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