¿Qué siento ahora?
Tu imagen se repite opacando a las otras.
Hasta ahora no he sido capaz de comparar si el pasado contigo
(semi feliz y semi melancólica)
era mejor que este presente difuso... sin brillo.
Quizás lo perdí,
perdí aquel brillo que solo eras tú capaz de darme,
quizás estoy perdiendo el tiempo,
o creándolo porque no tengo nada mejor que hacer,
con tal de esperarte.
¡Y no sé que carajo espero!
Si tu también estás esperándome.
O quizás si sé,
quizás espero de alguna forma sacar toda esta porquería que hay en mí o algo así,
quizás solo extraño tu presencia en mi vida,
y qué carajo me importa que estés con otra persona,
o con medio mundo,
si solo tienes diez minutos para mí me bastan,
mientras me estés esperando en el último escalón leyendo,
y que te quedes dormido y que aún así intentes verme,
¡Y sobre todo eso!
que lo in-ten-tes
una, dos, tres veces
y que yo sea tan ciega e incapaz de verte,
de oír tus pasos en el piso superior...
de oír tus pasos aproximándote...
pero no quiero más ser ciega,
no quiero más a nadie.
Y todo se pierde en un postrer intento por creer,
por buscar luces que en realidad no existen,
y cuando la esperanza y la subsistencia no son suficientes,
cuando no tienes la certeza de que existe el amor o algo parecido,
es cuando al fin entiendes que eres miserable,
que ninguno de las obras anteriores con actores anteriores fueron necesarias,
fueron creíbles,
ni siquiera valen la pena,
y solo era algo disfrazado de despecho.
A veces no se si estoy intentando olvidarte o viviendo.
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